Cápsula 30: 🚀 Exigiendo música nueva y el consumo fragmentado
El otro día me preguntaba por qué es que hace tiempo no encuentro música nueva. Tal vez no estoy buscando en el lugar adecuado, pensé.
Pero más tarde me encontré con el artículo de Ted Gioia que captura perfectamente la actual transformación que enfrenta el periodismo musical. A medida que los equipos editoriales se achican y las revistas musicales de prestigio se integran con otras, se vuelve más complicado para los nuevos sonidos y artistas hacerse un lugar en la industria. Paradójicamente, aunque los algoritmos y las plataformas de streaming deberían facilitar la difusión de nuevos talentos, esto no ocurre como se esperaría. A pesar de que estas plataformas tienen la capacidad de entender nuestras preferencias, no siempre ofrecen recomendaciones de música inédita o desconocida.
Como aficionados a la música, si queremos descubrir canciones nuevas, debemos tomar la iniciativa de buscarlas activamente y demandarlas. Es crucial brindar nuestro apoyo a los periodistas musicales, especialmente a aquellos que se aventuran a trabajar de forma independiente. También es importante explorar y promover a los artistas emergentes que, cada vez más, optan por difundir su trabajo a través de redes sociales. Si surgen nuevas propuestas o herramientas, como algoritmos mejorados que faciliten el encuentro entre nuevos artistas y su público, deberíamos respaldarlas. Este apoyo colectivo es esencial para asegurar la continuidad y el florecimiento de la música nueva en el futuro.
¿Cómo y/o en dónde encuentras música nueva?
¿De qué hablábamos hace un año?
Cambios de paradigmas
El consumo fragmentado
¿Qué te atrae más? ¿Ver una serie de televisión de 7 capítulos de 30 minutos cada uno o sentarte a disfrutar de una película épica de 3 horas y media?
Esta pregunta puede parecer engañosa, ya que el tiempo total invertido en ambas opciones es similar, ¿cierto? Sin embargo, la manera en que disfrutamos de los medios de entretenimiento ha evolucionado considerablemente en los últimos tiempos.
¿Recuerdas aquel 2001 cuando hicimos fila en las salas de cine para maravillarnos con la primera película del Señor de los Anillos? En contraste, hoy en día evaluamos la duración de películas extensas como "Los asesinos de la luna de las flores" y muchos optamos por dos posibilidades: 1) Posponerla para otro momento; o 2) Fraccionarla en segmentos más manejables, casi como si fuera una miniserie.
Pero, ¿en qué consiste realmente el consumo fragmentado?
El término es bastante descriptivo. Se trata de absorber información en pedazos pequeños y a menudo rápidos, una tendencia acelerada por el constante uso de dispositivos electrónicos, plataformas sociales y otras fuentes de datos instantáneos.
No es un concepto del todo moderno. De alguna manera, este patrón de consumo se manifestó en formas antiguas como las radionovelas y luego las telenovelas. La principal diferencia radicaba en que, si te perdías un episodio en aquella época, rara vez tenías la oportunidad de recuperarlo.
Hoy día, no solo ha cambiado el formato y la duración de nuestro consumo de contenido, sino que también hemos visto una evolución hacia una mayor inmediatez y brevedad, particularmente en las redes sociales. Desde videos hasta mensajes de voz en WhatsApp, parece que todo se mueve a una velocidad vertiginosa. ¿Lo has notado?
No es solo una cuestión de cuánto tiempo dedicamos...
Sino de cómo la tecnología ha reconfigurado nuestros patrones de comportamiento, especialmente en esta era de algoritmos predominantes.
Donde antes nuestra generación se sumergía por horas frente al televisor, lo que hoy llamamos "televisión" se ha desintegrado y, paradójicamente, se ha integrado más que nunca en nuestras vidas a través de las redes sociales, pero de una forma diferente y con un orden de creación e interacción completamente nuevo.
Cuando los patrones de consumo cambian, inevitablemente se produce una evolución en la oferta de productos y servicios y en sus estrategias de comunicación. Esto se refleja claramente en la constante adaptación de la industria del entretenimiento para mantener su relevancia frente a las nuevas formas de consumo de contenido.
Es por eso que las plataformas de streaming están innovando en la presentación de su contenido. Una de las tácticas interesantes es la transformación de películas clásicas en series de episodios más breves. Esta estrategia no solo ofrece una nueva experiencia de visualización, sino que también se plantea como una solución frente a la piratería y a las ediciones no oficiales que los usuarios realizan en las redes sociales.
Algunos ejemplos notables de películas reeditadas en formato de serie son “Australia”, “Blackberry” y “The Hateful Eight”. Un caso particularmente interesante ocurrió el 3 de octubre del año pasado, cuando Paramount lanzó en TikTok la película “Mean Girls”, de 107 minutos, en un formato innovador dividido en 23 segmentos.
Y tú, ¿formas parte de las personas que ejercen el consumo fragmentado?
Preguntas incómodas
¿Qué sucede cuando una escuela prohíbe los teléfonos inteligentes?
El artículo publicado por Tik Root en The Guardian, describe una experiencia realizada en la escuela internado Buxton en Massachusetts, donde se prohibió el uso de teléfonos inteligentes en el campus. En lugar de estos, se proporcionaron a todos, incluido el personal, teléfonos básicos llamados "Light Phones", que tienen funcionalidades limitadas: pueden hacer llamadas, enviar mensajes de texto lentamente y no pueden cargar aplicaciones modernas. Estos dispositivos son aproximadamente del tamaño de una baraja de cartas y tienen pantallas en blanco y negro.
La iniciativa ha tenido un impacto significativo en la escuela. Los profesores y estudiantes informan que hay menos interrupciones durante las clases, interacciones más significativas y menos tiempo frente a las pantallas. Esto ha fomentado un aumento en las interacciones cara a cara y en actividades como la fotografía con cámaras de película, ya que los Light Phones no tienen cámaras. La inscripción a la clase de fotografía casi se triplicó.
El artículo también menciona desafíos similares en otras escuelas, donde los teléfonos móviles son una fuente constante de distracción para los estudiantes, afectando negativamente tanto su salud mental y física como su rendimiento académico. Un profesor de psicología de la Universidad de Rutgers, Arnold Glass, señala que los estudiantes pueden perder entre medio y un grado completo si se les permite consultar sus teléfonos en clase.
El debate sobre si los teléfonos móviles deben ser permitidos en las escuelas es complejo. Algunos educadores y padres ven beneficios en enseñar a los estudiantes a usar la tecnología de manera responsable, en lugar de prohibirla por completo. Otros argumentan que las prohibiciones pueden ser efectivas, pero reconocen que los estudiantes a menudo encuentran maneras de eludirlas.
El caso de Buxton muestra una transformación cultural significativa gracias a la restricción de los teléfonos inteligentes, pero plantea la pregunta de si un enfoque similar sería factible o deseable en otros contextos educativos, especialmente en escuelas públicas con recursos limitados.
¿Qué opinas? ¿Crees que la prohibición es la respuesta?
Señales de posibles futuros
Tecnósfera vs biósfera
El artículo "We Built the Technosphere. Now We Must Resist It", reflexiona sobre cómo la humanidad ha creado y ahora está inmersa en la "tecnosfera", un entorno dominado por la tecnología y las máquinas. Esta tecnosfera, que surgió con la Revolución Industrial, ha transformado radicalmente el planeta, consumiendo recursos y generando desechos a una escala sin precedentes. La tecnosfera ha eclipsado la biosfera, alterando significativamente los ecosistemas y la vida humana. Esto debería, según el autor, hacernos cuestionar nuestra dependencia a la tecnología y el impacto ambiental y social que esta conlleva, sugiriendo la necesidad de una resistencia consciente para preservar la biosfera y replantear nuestra relación con la tecnología.
Disrupción en el mundo laboral
Este 2024, la generación Z rebasará a los “Baby boomers” en el campo laboral, ¿cuáles podrían ser las implicaciones?
Hablamos de eso, en el último episodio de Creative Talks Podcast.
Para llevar
Resuelve problemas con técnicas creativas
¿Te sientes abrumado o abrumada en un mundo lleno de incertidumbre? ¿Te gustaría obtener o aprender herramientas que te ayuden a resolver problemas?
Si respondiste que sí a cualquiera de las dos preguntas, nuestro taller de “Técnicas para procesos creativos” es para ti.
El formato es un “Insanity Workshop”, quiere decir que es una sesión intensiva de 8 horas en un día, en las que aprenderás diferentes técnicas para la definición, ideación, resolución y prototipado de ideas.
Será el próximo 6 de marzo, más info dando clic en la imagen.
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